Los tratados generan cambios sustanciales a nivel global.

Nuestro grupo de trabajo y nuestros expertos, mujeres y hombres, en 128 países han estudiado las recomendaciones de las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud y han hecho una investigación académica sobre cómo resolver el problema de la violencia contra las mujeres y las niñas y han descubierto que un tratado tiene el poder de abordar una cuestión de esta magnitud.

Pero, en la actualidad, no existe un instrumento jurídicamente vinculante a nivel mundial para responsabilizar a las naciones y así prevenir y abordar la violencia contra las mujeres y las niñas.

Las herramientas existentes, como la Declaración de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer de 1993 y las Recomendaciones Generales para el tratado sobre la igualdad de la mujer de 1979 (la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, o CEDAW, por sus siglas en inglés), han traído el tema a la conversación mundial y han hecho que abordar la violencia contra la mujer sea urgente y necesario. El siguiente paso es ponerle fin con un tratado global.

A diferencia de las declaraciones y recomendaciones, el Tratado de Toda Mujer creará un mandato legal que requerirá que las naciones promulguen las estrategias que conocemos – cinco intervenciones probadas y comprobadas. Generará la enorme voluntad política que hace que las naciones actúen y catalizará un aumento de la financiación, aportando más recursos para todos a fin de prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas.

Los tratados cambian las normas mundiales.

Otros tratados globales han trabajado para cambiar la situación. ¿Recuerda cuando los aviones tenían secciones para fumadores y salir de noche significaba inhalar vapores de cigarrillos? Fumadores estaba en todas partes y estaba tan profundamente arraigado en la cultura global que el cambio parecía imposible. Luego se adpotó el Tratado para el Control del Tabaco. Llevó los peligros de fumar a la atención internacional, lo que llevó a un cambio radical en la norma mundial: Mi derecho a fumarse convirtió en Mi derecho a respirar aire limpio. Hoy en día, las prohibiciones de fumar en lugares públicos han reducido drásticamente la exposición a humos nocivos.

De manera similar, después de que se aprobó la Convención sobre la Prohibición de Minas, los gobiernos destruyeron las reservas y limpiaron las minas terrestres de millones de acres de campos, salvando innumerables vidas en múltiples naciones.

Podemos hacer lo mismo para las mujeres y las niñas.

Con un tratado mundial para poner fin a la violencia contra la mujer, podemos cambiar el sistema actual de silencio por uno de rendición de cuentas y de protección.

El tratado exigirá que las naciones adopten medidas que se ha demostrado reducen los índices de violencia.

1. La Ley. Cerrar las brechas legales, eliminar las leyes depredadoras. Tales cambios legales importan; en las naciones con leyes de violencia doméstica, las tasas de mortalidad de las mujeres son 32 por ciento más bajas.1

2. Formación y rendición de cuentas. Para la policía, los jueces, las enfermeras y los médicos, y otros profesionales, lo que conlleva un mayor procesamiento de los perpetradores y un mejor tratamiento para las sobrevivientes.

3. Educación para la prevención de la violencia. Las investigaciones muestran que la educación influye en las actitudes y acciones de los niños y los hombres, y alienta a las mujeres y las niñas a exigir sus derechos. 2

4. Servicios para sobrevivientes. Las líneas directas, los refugios, el asesoramiento legal y otros servicios aseguran que las sobrevivientes reciban tratamiento y protección, y tengan vías para buscar justicia.

5. Financiarla. Los tratados catalizan la financiación. En las primeras 36 horas del Convención sobre la Prohibición de Minas, las naciones prometieron US $500 millones para la implementación.3 El fondo del Tratado de Toda Mujer apunta a US $4 mil millones anuales, o un dólar por mujer en la tierra.3

Este esfuerzo concertado transforma la aplicación irregular de los gobiernos de las medidas en un enfoque integral y efectivo que ha demostrado aumentar la protección y la seguridad de la mujer.

Podemos acabar con la violencia contra la mujer.

Únase a Nosotros. Juntos, hagamos historia.

Tome el siguiente paso y

FIRME EL TRATADO DE TODA MUJER

Defiendo una vida libre de todas las formas de violencia para todas las mujeres y niñas, en todas partes.

Me sumo a la convocatoria de un tratado global para erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas.

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    Thank you! And welcome to the global movement for a treaty!

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